1 de diciembre de 2010


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Mi nombre es Catalina y vivo en el planeta Gótico, donde nadie se ríe y la diversión no existe, tengo 25 años humanos, pero en este planeta un año de la Tierra son 100 años en mi planeta.

El planeta Gótico

El principito, después de haber visitado el planeta del farolero, se dirigió hacia el Norte, voló y voló hasta que encontró un planeta que le llamó la atención. Este planeta era gris y oscuro, y nadie vivía ahí, excepto una bella   que tenía cara de deprimida. El principito le preguntó cómo se llamaba el planeta donde estaba, ella respondió que el planeta era el planeta gótico, un planeta en el cual la felicidad no existía, nadie sonreía. El principito le preguntó por qué estaba tan triste, ella le dijo que el universo no tenía felicidad, que lo lindo y lo bueno era solamente para los niños y que no es tan malo vivir con depresión todo el tiempo y que un ser humano común se deprime más que cuando está feliz. Así que el principito decidió ayudarla para que esté más feliz que triste. Intentó con descargas de energía positiva, no funcionó, intentó hacerla reír, pero ni siquiera sonrojó, así que solamente le quedaba una alternativa, le preguntó a la chica si había alguna otra persona que tuviese su mismo problema, y sí, del otro lado del planeta había un muchacho que era muy depresivo, el principito le preguntó cuanto días tardaba en hacer el viaje. La chica le dijo que caminando tardaba tres días y que el único transporte que quedaba para hacer el viaje más corto era utilizando un cohete que estaba roto. El principito descidió repararlo, lo hizo, y salieron rumbo al otro lado del planeta Gótico, no tardaron mucho, unas tres o cuatro horas. Cuando llegaron, había un apuesto muchacho, tan Gótico como ella, llamado Thor, el estaba aún más deprimido que ella, pensaba que el mundo era un lugar sin felicidad ni armonía. Como la joven pensaba lo mismo, algo ocurrió, ellos eran tan negativos que negativo con negativo formaba algo positivo, lo cual hizo que los dos muchachos volvieran a ser felices, a partir de entonces, el planeta Gótico ya no se llamaba más Planeta Gótico, ahora se llamaba, el Plantea Flores.
         Al salir del planeta Flores, el Principito se sentía un poco triste, como que estar en ese planeta le hubiera hecho sentir que una persona no podía estar siempre feliz como en los cuentos de hadas, eso le hizo pensar al Principito, que la realidad a veces puede ser triste o bien puede ser feliz
cepto una bella   que tenía cara de deprimida. El principito le preguntó como se llamaba el planeta donde estaba, ella respondió que el planeta era el planeta gótico, un planeta en el cual la felicidad no existe y nadie sonríe. El principito le preguntó por qué estaba tan triste, ella le dijo que el universo no tenía felicidad, que lo lindo y lo bueno era solamente para los niños y que no es tan mal vivir con depresión todo el tiempo y que un ser humano común se deprime más  seguido de lo que en realidad  está feliz. Así que el principito decidió ayudarla para que estuviera más feliz que triste. Intentó con descargas de energía positiva, no funcionó, intentó hacerla reír, pero ni siquiera sonrojó, así que solamente le quedaba una alternativa, le preguntó a la chica si había alguna otra persona que tuviese su mismo problema, y sí, del otro lado del planeta había un muchacho que era muy depresivo. El principito le preguntó cuánto días tardaba en hacer el viaje. La chica le dijo que caminando tardaba tres días y que el único transporte que quedaba para hacer el viaje más corto era utilizando un cohete que estaba roto. El principito decidió repararlo, lo hizo, y salieron rumbo al otro lado del planeta Gótico, no tardaron mucho, unas tres o cuatro horas. Cuando llegaron, había un apuesto muchacho, tan Gótico como ella, llamado Thor, él estaba aún más deprimido que ella, pensaba que el mundo era un lugar sin felicidad ni armonía. Como la joven pensaba lo mismo, algo ocurrió, ellos eran tan negativos que negativo con negativo formaba algo positivo, lo cual hizo que los dos muchachos volvieran a ser felices. A partir de entonces, el planeta Gótico ya no se llamaba más Planeta Gótico, ahora se llamaba, el Plantea Flores.
         Al salir del planeta Flores, el Principito se sentía un poco triste, como que estar en ese planeta le hubiera hecho sentir que una persona no podía estar siempre feliz como en los cuentos de hadas, eso le hizo pensar al Principito, que la realidad a veces puede ser triste o bien puede ser feliz

1 comentarios :

Nicky.R dijo...

Me encanto el cuento el Planeta Gòtico..Lo hiciste muy bien Catalina.
Besos
Nicole Rebour