Egresados 2011

Egresados primaria 2011 from ColegioNorbridge on Vimeo.

Corría el año 2006, hacía ya mucho tiempo que era la maestra de los grandes y en un ruego casi excepcional, pedí, en este colegio ser la maestra de 1º grado. Por supuesto que Mónica y Coni me miraron extrañadas, por supuesto que se hicieron sonrisas cómplices, por supuesto que me respondieron que no.

Pero como la vida es siempre una hermosa caja de sorpresas, el jueves 3 de marzo de ese mismo año, me puse el guardapolvo, me llené los bolsillos de chupetines de colores, busqué todos los cuentos para nenes que el mundo pudiera ofrecerme y les abrí las puertas de la escuela primaria a varios de ustedes.

Y así entraron a la salita (como solían llamarla). Apareció Nicole con su infinita perseverancia e impecables modales, llegó Camila llena de palabras para maravillarme con sus historias, entró Faustina para regalarme sus por favores y sus gracias, se presentó Lucas para enseñarme que si quiero puedo (si habremos hecho trazos en el pizarrón como el chico de Karate Kid para que nos salga esa cursiva), apareció Matías para mostrarme que su sonrisa en la multitud me hace saber que no estoy sola, vino Felipe (Casadito como lo llaman ustedes) todo era azul y rojo, lo primero que escribiste fue San Lorenzo, gracias por mostrarme que hay miles de maneras diferentes de enseñar, entró Agustín y toda su caballerosidad con él, además de nuestro amor por lo libros me enseñaste a compartir miradas cómplices en el medio de explicaciones difíciles, entró Alejo, tengo en mi memoria grabados a fuego esos ojitos llenos de ternura, gracias por enseñarme a ser cada día una mejor persona y apareció Fausto, cuánta historia vivida juntos, hasta nos descubrimos siendo fanáticos de los cactus, entraste en mi vida y no pienso dejarte salir.

¿Se acuerdan de 1º grado? eran chiquitos y se subían al podio para contarme sus novedades, aquellas que tanto nos ayudaron a aprender las letras; entre risas y llantos porque extrañaban a mamá o a papá y dientes caídos las letras se fueron juntando para formar maravillosas palabras. ¿Guardaron los Letramanía? alguna cana oculta deben tener por culpa de ese libro.

Saben de qué me acuerdo, era el primer día de clase y sonó el timbre del 1º recreo  y uno de ustedes me preguntó ¿Ya nos vamos? No, nos quedaba toda la tarde por delante. Todavía algún chiste me hace reír, esos que me contaban cuando me pedían permiso para ir al baño. Y así, juntos, como enseña la vida, fueron  pidiendo las llaves que abre el mundo del crecer.

Llegaron a cuarto grado, eran A y B y ahí se encontraron con la seño Silvina, era su primer año en este colegio, llena de ternura y exigencia los acompañó en el camino de la Lengua y las Ciencias.

Y como la vida es bastante testaruda, llegaron a 5º y se encontraron conmigo otra vez. Ya no era la salita sino el aula digital y entre netbooks, pizarras digitales y plataformas estabas vos Agustina y tu infinita paciencia y dulzura, estabas vos Iván y tu interminable capacidad para sacarme una sonrisa aún muy enojada, Tomás y tus innumerables muestras de cariño, tu mirada me devuelve cada día tus ganas de crecer. Estabas vos Orlando quien me enseñó a disfrutar del café colombiano y a maravillarme con Colombia, me guardo tu inacabable capacidad para hacerte querer tanto, me encontré con Florencia y su manera de mostrarme cómo se comporta una dama, con vos Victoria M. y tu admirable valentía, me guardo en el corazón cada una de nuestras charlas. Rocío, sos un cascabelito siempre sembrando alegría. Felipe G., dicen que lo bueno viene en frasco chico, sos un ser excepcional lleno de energía.

Y como la vida es redonda y siempre volvemos al punto de partida y por si nos quedaba algún asunto pendiente o alguna cuestión sin resolver, estas dos señoritas, Silvina y yo volvimos a ser sus maestras una vez más.

Y allí, en el aula de 6º B me encontré  con vos Alexia y tu dedicación admirable, con Francisco Turdera y tus maravillosas intervenciones en clase, con Candela Timmis, siempre supiste ser una damita, estabas Benjamín y tu admirable capacidad para sonreír siempre, Patricio además de una hermosa persona sos un galán, Carolina, tu alegría inunda el aula.

Sol, con esos hermosos ojos me guardo tu entusiasmo por aprender, Yago sos un señor, admiro tu perseverancia, Candela Moscoso tu sol ilumina nuestras  clases con tus conocimientos, Victoria me quedo con tu sonrisa pícara y tus ganas de superarte día a día. Tomás Cousens sos un personaje encantador, pícaro y aplicado. Jazmín, además de una flor hermosa siempre me hiciste saber tus puntos de vista, Julieta sos una nena preciosa  me quedo con tu alegría y tus ganas de aprender. Tiago, sos el galán de América, me guardo en mis bolsillos tus ganas por ser cada día mejor, Agostina sos una señorita, siempre dispuesta a ayudar a tus compañeros. Francisco Aguarón en esos ojazos pude ver siempre al  muy buen alumno y compañero que sos. Nico además de ser muy inteligente sos un caballero, gracias por tus halagos.

No puedo o no quiero dejar de decirles también  que disfruté del viaje a Entre Ríos más lindo de mi vida, que con Coni nos tiramos como dos diosas del Olimpo del tobogán de agua más cálido de todo el universo porque estaban ustedes esperándonos en la pileta, que con cada crema en los hombros que puse los acaricié con el corazón y que todavía nos acordamos con Marce y su directora (y nos reímos y nos sonreímos no les voy a mentir) de las caritas de gracias de los varones cuando compramos la cremita para las paspaduras.

Hoy queridos chicos les suelto las manos aquellas que alguna vez agarré para acompañarlos, orgullosa de ustedes, feliz de haber navegado por el universo de las letras juntos y eternamente agradecida por haber caminado con ustedes de la mano.

Solo dos cosas le pido a la vida:

La primera es un pedacito de una canción de león Gieco que más de una vez le recito a mis hijas y dice “que todo el amor que les di hasta el momento de hoy les sirva para el resto de los días aunque esté yo”

Y lo otro es que sean inmensamente felices.

Hoy terminan la escuela primaria, ya grandes, ya crecidos y con la valija de la vida llena de recuerdos, de los lindos y de los otros, colmada  de aprendizajes, de aciertos y desaciertos y repleta de maravillosos amigos.

Me he ocupado durante todos estos años como una hormiguita trabajadora  de colocar en un rinconcito de cada una de sus valijas un frasquito lleno de palabras: palabras lindas para que puedan acariciar con ellas, palabras duras para que puedan decir que no, palabras alegres para que puedan descostillarse de risa y palabras tristes porque a veces la vida nos hace llorar, palabras al fin porque sin ellas seríamos incapaces de pensar.

                                                         Los quiero un montón y los admiro más.

                                                                                                       Euge