Textos de humor de mis alumnitos

Creados a partir de una consigna cargada de absurdos, disparates, exageraciones y juegos de palabras, los chicos inventaron sus textos de humor. Hoy compartimos algunos con ustedes.

¡¡¡Narciso Flores!!! (de Cami Bodeto)

En un barrio llamado Miraflores vivía uno de los mejores jardineros de la ciudad. Su nombre era Narciso Flores. Le encantaba disfrazarse de espantapájaros y su forma de hablar era en rimas:

Ej: Cuando veia a a la señora Karina le decía: -Buenos días señora Karina ¿comió usted mandarina?

Narciso era un hombre muy honesto pero tenía un problema: era alérgico a las flores.

Tenía la costumbre de disfrazarse de astronauta cada vez que debía trabajar en el jardín de los Larrosa. Una vez, la manguera de aire de su traje se atoró en el ciruelo; como no podía respirar empezó a correr de un lado al otro del jardín mientras gritaba:

- Por culpa de este ciruelo me voy a caer al suelo.

Otra de sus manías era escuchar las conversaciones de las vecinas, y al escucharlas pensaba: “ La señora de la “Casa de la Cascada” debe dormir enrroscada, y la novia de Doña Faustina le saca la rutina.

Al día siguiente, recibió  una carta de la señora “ Margarita Plantada” diciéndole:

- Narciso, te dejo esta flor del Caribe para que la expongas en tu jardín, mirá que es una flor exótica y sumamente costosa. Él puso la flor muy cerca de la oficina pero le daba tanta alergía que no sabia qué hacer, y mientras la miraba pensaba.

-Esta orquídea del Caribe va a terminar en el aljibe.

Después de unos días pidió un turno en el  hospital: “Claveles al aire” porque estaba todo brotado. Pero cuando llegó el día, el médico lo dejo plantado. Pobre Narciso, así brotado como estaba. Finalmente el médico le dio un turno nuevo  entonces volvió al hospital, parecía todo él una sola roncha colorada por eso  el doctor le dio una medicina para combatir su alergia.

Gracias a esa jarabe se curó y siguió trabajando libremente en su profesión.

NARCISO FUE MUY PRECISO Y SOLUCIONÓ SU ALERGIA CON INTELIGENCIA

Marina Ríos de Martín Beliavy  

Les voy a contar una historia sobre una chica llamada Marina Ríos. Ella era una importante bióloga marina. Amante especialmente de los delfines y los tiburones. Tenía un look muy particular. Era muy maniática con su pelo. Se pasaba planchándolo. Claro que cuando entraba en contacto con el agua ¡¡Chau planchita!! Se vestía con colores muy llamativos y combinaciones muy extrañas.

Sus pies eran tan chuecos que cuando se ponía las patas de rana nadaba al revés.

Pero claro, como bióloga tenía un problema ¡ le tenía miedo al agua! Cada vez que se metía al mar tenía que, 2 horas antes, tomar una poción especial para calmarse.

Hasta que un día, sumamente esperado por supuesto,  sonó el teléfono. La habían llamado para investigar, estudiar, proteger y salvar de la pesca ilegal al Calamar Illex.

Preparó un gran proyecto para realizar la investigación. Pero cuando lo tuvo que llevar a cabo en el mar se encontró con una terrible noticia: La bruja que le preparaba las pociones, cuando estaba realizando un hechizo, puso un ingrediente de más y se conviertó en delfín. Como el evento era  tan importante tomó coraje y se lanzó al mar.

Se puso como loca ¡ Se desesperó!  Estaba a punto de abandonar tanta protección a ese calamarcito cuando se encontró con un delfín con una varita mágica en su boca. No entendía nada ¡ Se puso más loca y empezó a nadar en círculos. El delfín se transformó nuevamente en bruja. Ahí entendió todo.

Cuando volvieron a la superficie, la bruja le dijo que como consecuencia de este último hechizo había perdido los poderes, entonces no podría ayudarla más. Desde ese momento, Marina le cedió la misión a Delfina Lagos y decidió dedicarse a la psicología, especializada en las personas con problemas acuáticos.